jueves, 10 de diciembre de 2009

Fin de cursos

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Presentación editorial de la novela histórica "La visita" de Agustín Ramos



El Instituto Estatal de la Cultura, a través del Centro de las Artes de Guanajuato, y en el marco del Seminario taller en novela histórica, tiene a bien invitar al público en general a la presentación editorial de la novela La visita, de Agustín Ramos, este viernes 4 de diciembre, a las 19:00 hrs., en el salón teórico. Entrada libre.



Ramos, Agustín


Nació en Tulancingo, Hidalgo, el 20 de julio de 1952. Narrador y ensayista. Estudió en la FFyL de la UNAM. Ha sido director general del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes-Hidalgo; secretario de redacción de Revista Mexicana de Cultura; coordinador de talleres particulares de narrativa y de los de Punto de Partida en la ENEP–Acatlán, Universidad Autónoma de Hidalgo y Universidad Autónoma Metropolitana. Colaborador de La Cultura en México, La Jornada Semanal, Letras Libres y El Financiero, entre otros. Fue becario del INBA/FONAPAS, en narrativa, 1981; obtuvo una beca especial otorgada por la revista Punto de Partida de la UNAM, una del Instituto Hidalguense de Cultura en 1988, y otra de la Fundación Rockefeller en 1992. Primer Premio del Concurso Nacional de Nuevo Bolero Mexicano 1980 organizado por RTC y Canal 13. Premio para Obra sobre Minería otorgada por la Compañía Real del Monte 1987. Mención Honorífica en el Concurso Nacional de Historia Regional 1991 convocado por el CONACULTA. Primer Premio Hidalgo de Periodismo 2003, género Columna. OBRA PUBLICADA: Cuento: El preso número cuatro, FCE, 2000. Ensayo: Río de estrellas, Compañía Real del Monte y Pachuca, 1988. La gran cruzada, CNCA, 1992. Manifiestos, Tusquets, Ensayo, 2003. Sonar de letras, Cuadernos de El Financiero, 2006. Novela: Al cielo por asalto, ERA, 1979. La vida no vale nada, Martín Casillas, 1982. Ahora que me acuerdo, Grijalbo, 1985. Tú eres Pedro, Joaquín Mortiz, Narradores Contemporáneos, 1996. La visita: un sueño de la razón, Océano, 2000. Como la vida misma, Tusquets, Andanzas, 2005. La noche, Tusquets, Andanzas, 2007.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Bloque temático jueves 19 de noviembre

Reciban por este medio el bloque temático de la sesión que tendremos este jueves 19 de noviembre, en el mismo horario de 16:00 a 20:00 hrs., en el Centro de las Artes de Guanajuato. Por esta única ocasión el Seminario sólo tendrá un dia de sesión. El bloque a trabajar será:

-Luis González y la microhistoria
-Saul Bellow y las "impresiones verdaderas"

Se les recuerda que se suspendió por enfermedad la presentación de Rosa Beltrán, con su novela "La corte de los ilusos". En el próximo correo se les enviará el nuevo invitado.

martes, 3 de noviembre de 2009

El cómic toma por asalto el Centro de las Artes de Guanajuato

Como una línea de atención dentro del sector de población más joven de Guanajuato, el Instituto Estatal de la Cultura , a través del Centro de las Artes de Guanajuato y de esta Coordinación de Literatura e Investigación Cultural, así como del Programa de Desarrollo Cultural para la Juventud del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), y en colaboración con el colectivo El Ilustradero, se realizó en el presente año un seminario en creación de cómics con la intención de impulsar a partir de la narrativa de la imagen el acercamiento de los jóvenes a esta disciplina que ha cautivado a varias generaciones de lectores de todas las edades, y si no, como los menciona Bernardo Fernández (BEF) que todo aquel lector que esté libre de cómic que tire la primera piedra.
Muestra de ello, no sólo es la presente invitación a asisitir a la exposición colectiva de más de setenta de los mejores ilustradores del páis, sino del trabajo que efectuaron al interior del seminario un grupo de jóvenes de Salamanca, Irapuato, Cortazar y Valle de Santiago que demostraron no sólo tener una afición a toda prueba, sino, además, una exuberante imaginación y creatividad, al trasladar una leyenda regional (El Chán, personaje fantástico que habita una laguna y se dedica a hacer de las suyas) en un personaje de historieta.
No se dejen, entonces, sorprender si se les aparece de pronto por los pasillos del exconvento agustino un personaje salido de alguna tira cómica. No se asusten. De seguro es alguna ilustración de tantas otras que tomaron por asalto el Centro de las Artes de Guanajuato
Para ver la invitación sólo es cuestión de dar un clic a la imagen.

Mesa de reflexión sobre la relación entre arte, literatura y memoria

El Instituto Estatal de la Cultura, a través del Centro de las Artes de Guanajuato, y en el marco del Seminario taller en novela histórica, invita al público en general a la mesa de reflexión sobre el siguiente tema:

LA RELACIÓN ENTRE ARTE, LITERATURA Y MEMORIA

Participan: Sandra Lorenzano, Elba Sánchez Rolón y Alejandro Toledo

Viernes 6 de noviembre, a las 19:00 hrs.

Sede: Centro de las Artes de Guanajuato

Ubicación: Calle Revolución No. 204, esq. Vasco de Quiroga, Col. Centro, C. P. 36700,

Salamanca Gto. tel: (01 464)64 166 12 (01 464)64 166 12 ó 13
La entrada es libre.

jueves, 29 de octubre de 2009

Bloque temático sesión 31 de octubre

Sesión: sábado 31 de octubre de 2009 (de 10:00 a 14:00 hrs.)
  • Ejercicio para la sesión: estado de la escritura creativa (monitoreo).
    Se deberá llevar el texto hasta el momento escrito. Si aún no se ha escrito nada, se deberá escribir un pasaje de la historia de interés, donde se involucren directamente el personaje protagonista y las acciones centrales.
  • Lectura: “Los principios de la historia”, Richard de la Casa.
  • Lectura: “Sobre la trama de una novela”, John Gardner.
  • Lectura del cuento: “Los baños de tía Celeste”, de Alejando Aura.
  • Temas para reforzar los temas anteriores: “Las fuentes históricas”, “¿La realidad rebasa la ficción?”, “Mundos posibles”, “El carácter del pasado histórico”.

jueves, 22 de octubre de 2009

Antonio Alatorre: Sor Juana en tiempo presente

Pilar Jiménez Trejo y
Alejandro Toledo

—¿Cómo fue su encuentro con la obra de Sor Juana?
—Podría decir que estaba predispuesto, ya que desde hace bastante tiempo me dedico a la poesía española del Siglo de Oro. Mientras leía por vez primera a los poetas de este periodo, muchas veces me apartaba de la finalidad de la investigación y tomaba apuntes sobre otras cosas: la técnica, el verso... Vayamos a Sor Juana. Tenía cierta prevención en contra pues me desagradan las expresiones: "la gran poetisa nuestra" o "el orgullo de México". Pensaba que si me metía a estudiar a Sor Juana por ser mexicana y para subrayar nuestro orgullito nacional no estaba haciendo algo bueno. Me disgustan ciertos entusiasmos. El de Alfonso Méndez Plancarte, a quien respeto, me choca en ciertos superlativos, igual que el de Francisco de la Maza. Me asomaba, sí, por la obra de Sor Juana; hay ciertos sonetos que naturalmente han estado cerca de mí... Para entrarle a un autor, sobre todo para quien pertenece a la tribu académica, ayuda dar un curso, pero yo era profesor de teoría literaria en la UNAM. En la Universidad de Princeton, en cambio, me especializaba en poesía del Siglo de Oro. Alguna vez, en 1970, creo, me pidieron un curso sobre literatura colonial, y me dio cierta flojera pues hay que poner cosas tan distintas como el Inca Garcilaso con Sigüenza y Góngora... Y me dije: qué tal si agarro sólo a Sor Juana. Tuve todo el tiempo para leerla, y fue descubrimiento tras descubrimiento. Había una cantidad de cosas que no conocía, como los romances, los villancicos... Fue una admiración constante, qué gracia, qué manejo de las palabras. Y del Primero sueño tenía una idea pero nunca me había puesto a leerlo. ¡Qué poema inmenso! De manera que había allí una alegría muy especial de decir: he llegado a Sor Juana por caminos completamente ajenos del entusiasmo patriotero. ¡Qué gran poeta es! Y sobre todo aquí entra otro elemento que me parece importante: mi conocimiento de la tradición poética española me hacía poner a Sor Juana con toda naturalidad en el ambiente en que vivió, ella estaba compitiendo con lo mejor que se hacía en esos momentos. Y a partir de entonces tengo un montón de cosas que decir sobre una obra que me ha llamado poderosamente la atención. Yo sé que no voy a escribir todo lo que pienso escribir, pero lo que escriba lo voy a escribir con calma.

Lavar pañales nunca le entró en la cabeza

Antes de este encuentro definitivo, hacia 1956 Antonio Alatorre había publicado un primer ensayo sobre la obra de Sor Juana en la revista El Rehilete. "Hay un poeta latino tardío que se llama Ausonio; él tiene varios epigramas con el juego de 'yo quiero a Fulana, pero ella no me quiere, en cambio Zutana anda loca por mí y yo la rechazo', lo mismo que desarrolla Sor Juana en tres sonetos. Varios poetas anteriores a Sor Juana, uno de ellos Lope de Vega, habían aprovechado el tema ingenioso. Me llamaba la atención que Méndez Plancarte descubriera en esos sonetos de Sor Juana un tono marcadamente autobiográfico, cuando lo que yo encontraba era el deseo de Sor Juana de entrarle al juego, de contribuir con su parte a un juego puramente poético. Ese primer artículo era en contra de la manera de pensar de Méndez Plancarte. ¡Qué autobiográfico ni qué nada! Ese es un residuo de la manía de inventarle una novela a Sor Juana, amores o amoríos... Sor Juana dice claramente que ella se metió de monja por otras razones. Es claro que la idea de lavar pañales nunca le entró en la cabeza. Si quieren inventar, que inventen."
—¿Qué es para usted lo sorprendente de la obra de Sor Juana?
—Los pintores trabajan con colores, los escultores con mármol o piedra, los músicos con sonidos y los poetas con lenguaje. Sor Juana manejó maravillosamente su instrumento, es una maestra en el empleo del lenguaje, con todo lo que hay de ingenio, de musicalidad, de asociaciones... De su obra prefiero el Primero sueño, que es un poema absolutamente excepcional.

Descubrimientos

Entre los materiales desconocidos de Sor Juana dados a conocer por Antonio Alatorre está un soneto (inédito hasta 1984) y los Enigmas (El Colegio de México, 1993). Explica: "Los 'enigmas' no los encontré yo, los encontró un español que los publicó en 1968. Lo que hice, en vista de que nadie los conocía, fue volverlos a publicar en una edición mejor porque me basé en cuatro manuscritos y el español había conocido sólo dos; pero no fue descubrimiento mío. Se puede hablar más de descubrimiento en el soneto que publiqué en 1984, cuando cumplió Octavio Paz setenta años, porque ese poema nadie lo había dado a conocer. Fray Luis Tineo hizo el prólogo de la Inundación Castálida defendiendo a Sor Juana, para evitar el escándalo de los lectores que podían decir: 'pero ¡cómo! una monja no debería estar escribiendo versos mundanos'; se trataba de defenderla. Y Sor Juana le mandó un soneto, seguramente en agradecimiento, en estilo juguetón. Se conoce por los papeles del fraile; él copió el soneto y puso además en seguida su respuesta en el mismo estilo, que era un juego muy de la época, 'contestar por los mesmos consonantes'. Esa es la historia."
—¿No hay duda de que el soneto pertenezca a Sor Juana?
—No consta el nombre; sólo se dice que es de una cierta señora Décima Musa. El término "décima musa" era de cajón, Sor Juana fue una de tantas décimas musas. Pero es la única “décima musa” que estuvo en relación con Fray Luis Tineo.
—Y son textos que están ahí, en algún lugar. Sólo el que sepa verlos los dará a conocer.
—Generalmente son accidentes, casi siempre lo son. Esa es la realidad en estos campos. En cuanto a Sor Juana, pueden aparecer más cosas.
El 11 de junio de 1990 el semanario Proceso anunció en portada: “Tres siglos de misterio: encuentran La Celestina de Sor Juana”. En páginas interiores se documentaba el hallazgo por distintos caminos de La gran Comedia de la Segunda Celestina que en 1675 dejó inconclusa Agustín de Salazar y Torres, con una terminación que se atribuía a Sor Juana. Los "descubridores" eran Antonio Alatorre y Guillermo Schmidhuber. En las páginas del semanario Alatorre y Schmidhuber se percataron de dos cosas: primero, de sus hallazgos paralelos; y segundo, de las diferencias sustanciales en las cronologías con las que documentaban la posibilidad de que en el texto encontrado estuviera la mano de Sor Juana. Muy pronto para Alatorre fue claro, atendiendo a la fechas de escritura e impresión de la pieza presentadas por el otro descubridor, que el final de la comedia no podía ser el escrito por la poeta. Para entonces la Editorial Vuelta ya había impreso y distribuido La Segunda Celestina (1990) hallada por Schmidhuber, con el crédito de Sor Juana Inés de la Cruz y Agustín de Salazar y Torres, y un prólogo de Octavio Paz. La polémica continuó por varios meses (en Proceso, Vuelta y La Jornada Semanal, sobre todo), con la intervención de otros sorjuanistas, sin que al parecer se llegara a un punto de acuerdo.
Dice Alatorre: "Esto yo lo veo muy claro. La terminación publicada por Guillermo Schmidhuber no puede ser de Sor Juana puesto que se publicó en 1676. La fecha sencillamente no caza. Segundo: el manuscrito de lo que hizo Sor Juana estaba inédito en 1700 en poder de Francisco de las Heras, que fue el editor de la Inundación Castálida. Él no encontró manera de meter esa obra porque más de las dos terceras partes no son de Sor Juana. La terminación se quedó ahí y Castorena platica con el exsecretario de la condesa de Paredes, que le dice: 'Sí, aquí yo tengo esa terminación'. Como es un momento de efervescencia de Sor Juana, Castorena dice que se va a imprimir porque se va a representar. Eso es lo último que sabemos. ¿Qué pasó con la terminación de Sor Juana? No se sabe."

La Décima Musa y sus críticos

De los libros que se han escrito sobre Sor Juana "se salvan poquísimos", asegura Alatorre. "Hay mucha palabrería. Uno que se salva es el de Ezequiel A. Chávez, que se publicó en 1931, en Barcelona. Este crítico fue el primero en detenerse en el conflicto entre Sor Juana y su confesor; ese solo dato lo hace ya valioso, pero tiene muchas otras cosas más. El libro de Amado Nervo es bonito. En el prólogo que hice a la reedición de esa Juana de Asbaje (1910) subrayo el estado de postración en que había caído la crítica sobre Sor Juana en el siglo XIX. Nervo dice: hay que leerla, Sor Juana es mucho más de lo que piensa la crítica perezosa. Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe (1982) es un libro que dice mucho sobre los vericuetos interiores de Octavio Paz . Un capítulo que debería ser, según yo, el más importante de un libro sobre Sor Juana es el del Primero sueño, y lo que Paz dice de este poema me parece decepcionante, y además da una idea equivocada. Esto lo trato de explicar en mi 'Lectura del Primero sueño', que le envié a Paz antes de que se publicara. Puede ser que mi formación filológica me impida ver la importancia que pueden tener los vuelos imaginativos de otros, pero... Muchas de las cosas que se escriben sobre Sor Juana son sólo vuelos imaginativos."
—¿Así califica incluso Las trampas de la fe?
—No digo que sea un puro vuelo imaginativo. Muchas partes son buenas y sólidas (me gustaría haberlas escrito yo), pero lo que dice del Primero sueño me parece equivocado.
—¿No hay entonces para usted un gran ensayo sobre la figura de Sor Juana?
—Yo leo mucho a Sor Juana, pero poco a los sorjuanistas. Cuando comienzo a leer algo, muy pronto me digo "ya se por dónde va", y abandono la lectura. Me quedo con pocas cosas. Del siglo XIX están los trabajos de Juan María Gutiérrez, argentino, y de Juan León Mera, ecuatoriano, que no fueron leídos en México. El XIX mexicano no tiene, en cuanto crítica sobre Sor Juana, nada que sirva. El primer libro es el de Nervo, que apareció en 1910. Después pondría el de Ezequiel A. Chávez. Luego habría que saltar a Ermilo Abreu Gómez, aunque me parece muy disparatado; él hacía las cosas mal. Es un mal guía. Lo que quiso hacer Abreu Gómez lo hizo bien Méndez Plancarte. Lo más sólido del siglo XX fue Méndez Plancarte, con todas sus fallas, sus prejuicios eclesiásticos... Él piensa como sacerdote de Cristo, pero es notable la apertura que tuvo, no le pidamos más. El Primero sueño no se comenzó a leer en serio sino después de 1951, gracias a la edición de Méndez Plancarte. El libro de Francisco de la Maza está hecho con las patas, pero recopila textos de lo que se ha dicho sobre Sor Juana desde el comienzo hasta el siglo XIX, y a mí me ha servido mucho. Esos textos cuentan la historia de cómo fue aplaudida Sor Juana, y cómo cayó luego en el olvido. De otros libros posteriores sobre Sor Juana no señalaría ninguno fuera del de Octavio Paz.
—Ahora estamos llenos de especialistas : Sergio Fernández, José Pascual Buxó, Margo Glantz y otros, que mantienen el interés en la escritura de Sor Juana.
—Sí, esto está bien dicho: “mantienen el interés”. Pero los caminos que ellos siguen son distintos del que yo sigo, más o menos veo por dónde van, pero no me iluminan.

La rareza de Sor Juana

Sigue Alatorre: "La mejor manera de conocer a Sor Juana es leerla directamente. Es además una escritora que abunda en confesiones personales, no sólo en la carta al padre Núñez y en la respuesta a Sor Filotea sino en muchas poesías, pero hay que irlas descubriendo. Esa correspondencia que parece frívola, cortesana, con la condesa de Paredes, está llena de confesiones. Esa es la mejor manera de conocerla. Qué sentía como mujer, como monja, qué sentía del mundo: todo eso está ahí dicho por Sor Juana."
—Aunque puede ser equívoca esa forma de leer los poemas como confesiones.
—Vayamos al ejemplo de los sonetos amorosos, aquellos de que "quiero a Zutano pero él ama a Mengana", etcétera. Una persona inteligente como Méndez Plancarte, dice: esto es autobiografía. Y un discípulo de Méndez Plancarte, Alberto G. Salceda, lleva esto al extremo y escribe toda una novela, un dramón terrible. Esas son tonterías, aunque cualquiera tiene derecho a inventar un cuento. El hecho es que Sor Juana, muy amiga de lucirse, y en competencia con otros poetas, escribe tres sonetos de amor siguiendo ese juego retórico. Claro, es curioso que haya estado tan obsesionada con el tema amoroso. Ahí entramos al terreno de la especulación. Y no son sólo esos tres sonetos. En muchas otras poesías y en el teatro hay referencias a esos conflictos del corazón humano. Obviamente a Sor Juana le interesaban los procesos psicológicos, las pasiones humanas. Me parece que sería un buen tema de investigación reunir todo esos textos y mostrar esa obsesión general de Sor Juana por las pasiones: el amor no correspondido, la ausencia, los celos... Estamos en el núcleo de las preocupaciones de Sor Juana. Los sonetos aquellos de las encontradas correspondencias podrían tener un doble aspecto. Uno: se mostraba al corriente de los juegos poéticos. Dos: iban muy de acuerdo con las ruedas de su inteligencia, con su preocupación por lo humano.
—Paz en Las trampas de la fe habla del amor-amistad platónico entre Sor Juana y María Luisa Manrique de Lara, aunque dice que esa lectura no excluye (ni incluye) la existencia de tendencias sáficas en las dos amigas. Cierra: "Lo único que se puede afirmar es que su relación, aunque apasionada, fue casta".
—Son especulaciones legítimas. Nadie ha tomado en cuenta la seriedad con que Sor Juana habla de la total negación que siempre tuvo al matrimonio, o algo así. ¿Por qué no concederle seriedad a eso? Ella decidió ser independiente y, sí, en la época esto era raro: justamente esa es la rareza de Sor Juana. Era sumamente raro que una mujer se dedicara a los libros; para ella la literatura fue un deslumbramiento. Está en la corte ganando un sueldito de criada, es una muchacha que sabe mucho, que ha leído mucho y lo retiene todo en la cabeza… Lo que quiero decir es que ella está viviendo ese mundo del conocimiento y no alternando en sociedad. Le reconocen que sabe mucho, y que lo que sabe lo retiene. Eso y su total negación al matrimonio: Sor Juana tenía en qué entretenerse, y no andaba al tú por tú con los riquillos del momento, aunque viviera como criada en el palacio. Lo importante es cuál especulación es más coherente. En el siglo XIX hay, sobre esto, cuentos impresionantes. En ellos por lo general el querido de su corazón muere trágicamente, y ella decide meterse monja. Puros cuentos...
—¿Pero cuál es el cuadro sentimental más coherente?
—El de la mujer dedicada a los libros, que nace con esa vocación. Lo más coherente para ella es meterse en un convento, no porque quisiera ser esposa de Jesucristo sino porque las monjas tienen tiempo, ocio. Todo eso está perfectamente dicho por ella.
—Paz no excluye (ni incluye) la existencia de tendencias sáficas...
—Cada quien es libre de pensar lo que quiera. En algún momento de su libro Octavio Paz me hace un reconocimiento muy honroso, comenta que Antonio Alatorre ha levantado el velo de la pudibundez o la gazmoñería, pues digo que el "Retrato de Lísida" es un poema erótico, y no es el único. A veces Méndez Plancarte se escandaliza de las expresiones demasiado ardientes. Es notable que Francisco de las Heras, el secretario, testigo de la relación de Sor Juana y la virreina, haya creído necesario poner una notita para explicar esa relación extrechísima. Faltaría también un poco de fantasía para imaginar una relación en que Sor Juana, virgen de amor humano, experimenta por primera vez un amor humano a través de esta relación. Lo único que falta es perderle el horror a la palabra "lesbiano" y desde luego eliminar fantasías de que la virreina se colaba en el convento para acostarse con Sor Juana, lo cual es ridículo. ¿Acaso son una rareza las amistades entre mujeres? Pongámonos en la realidad como la conocemos. Primero: nada más normal que una muchacha que ama los libros rechace el matrimonio. Segundo: que hubiera una relación así entre las dos amigas me parece perfectamente natural.
—¿Sor Juana conoció las pasiones humanas o las vivió?
—Ella supo de las pasiones a través de la lectura, y un verdadero lector vive lo que lee.